EL NIVEL DE LOS PANTANOS HA BAJADO ALARMANTEMENTE
En un reciente informe, distintos expertos aseguran que el verano más seco de la última década es fruto de un año en que el agua ha caído poco y mal. El agua almacenada en los embalses ha alcanzado ya el mínimo de la última década, situándose en el 46,5 %, frente al 61,5 % de la media para este periodo en los últimos diez años.
La mitad de los embalses de las 16 cuencas hidrográficas estén por debajo del 50 % de su capacidad. La situación es de “pre emergencia” para cuencas como la del Tajo (al 44 %), de la que depende la del Segura (al 20 %) y “muy complicada” para la del Guadalquivir (al 39 %) o el Guadalete-Barbate (45 %). En 2016 había un 64 % de agua embalsada esta misma semana y sólo dos cuencas, la Mediterránea Andaluza y la del Segura, estaban por debajo del 50 %; en 2015 la media era del 61 % y sólo las del Segura y Júcar estaban a algo menos de la mitad.
Los datos de la Aemet muestran que las cantidades de agua acumuladas no superan los valores normales en gran parte de la mitad occidental e interior peninsular, Navarra, La Rioja, Teruel y diversas áreas de Cataluña.
Según los expertos, este otoño será crítico, porque de no ser húmedo habrá que hacer serias restricciones en los regadíos en 2018 para asegurar el abastecimiento. Por tanto, cada día que pase a partir de septiembre que sea seco incrementará la posibilidad de sequía extrema.