LOS TRATAMIENTOS, BIEN REALIZADOS, SON FUNDAMENTALES SI QUEREMOS OBTENER ACEITES DE PRIMERISIMA CALIDAD
En estos momentos el olivar se encuentra en fase de endurecimiento de hueso, una vez pasado ya el crecimiento rápido inicial. En este estado el crecimiento es más lento, y este año aún se encuentra más limitado por la poca disponibilidad de agua a causa de la escasez de lluvias que padecemos.
En relación a las plagas y enfermedades que afectan al olivo, se encuentran por debajo de los niveles de daño, debido principalmente a los días de altas temperaturas que tuvimos en junio. Sin embargo las condiciones más suaves que están dándose en este mes de julio invitan a ser precavidos y estar muy atentos a los niveles observados en campo. Así, desde el servicio técnico del API continuamos llevando a cabo el seguimiento sanitario del olivar, prestando especial atención a la mosca del olivo, la principal plaga que nos afecta. Precisamente, en estas fechas estamos dando los pasos oportunos a fin de poder realizar los tratamientos aéreos cuando éstos sean necesarios.
Los tratamientos fitosanitarios necesarios para el olivar, bien realizados por las avionetas o por cuenta del agricultor son fundamentales si queremos obtener aceites de primerísima calidad, con una mayor cotización en los mercados. Para ello es fundamental obtener en el campo aceitunas sanas, que al molerlas den como resultado y en su mayor proporción aceites de oliva Vírgenes Extra. Todo lo que signifique producir aceitunas picadas, jabonosas,… o realizar un mal manejo del fruto, como es el no llevarlas diariamente a la Cooperativa, van en contra de la calidad y por ende del precio recibido por los aceites obtenidos.
Este mes de julio es momento indicado para realizar los análisis a la hoja de olivo, herramienta imprescindible para conocer el estado nutritivo del olivo y poder planificar un abonado adaptado a sus necesidades.
Se recuerda a los socios que desde el mes de mayo no debe haber restos de poda, de este año o de anteriores, en el campo; y si los hubiera deberían de estar bien tapados por una lámina de plástico o en una leñera. El objetivo que se persigue es evitar el desarrollo de la palomilla