A principios de agosto nos encontramos con que nuestros olivares alcanzaron ya el estado de endurecimiento de hueso, que va adquiriendo una mayor consistencia hasta que toma la dureza propia del fruto desarrollado y da paso al inicio de la formación del aceite.
Este año estamos teniendo unas temperaturas más suaves de lo habitual en estas fechas, salvo casos puntuales. Este hecho tiene un aspecto positivo, ya que se reduce la pérdida de agua desde el suelo y se nota algo menos el agostamiento. Aunque sí que hay olivares que sienten más este hecho por diversos motivos, como por ejemplo una mayor carga de aceitunas.
También las temperaturas suaves inciden en un desarrollo más rápido de plagas como la de la mosca del olivo, ya que el calor elevado limita su desarrollo y provoca su muerte cuando la situación se prolonga varios días. Así, en los muestreos realizados en campo, se ha visto este año una población más alta y con adelanto de su aparición, así como una mayor nivel de picada en una época en la que normalmente apenas hay.
A consecuencia de esta situación, a mediados de julio se procedió a realizar un tratamiento aéreo en la zona para controlar la plaga. Como resultado se ha observado una bajada significativa de las capturas en trampas, ya que además se ha sumado el efecto de unas temperaturas más altas en los últimos días.
Asimismo, se ha observado un estancamiento en la picada total, lo que significa que apenas hay picada nueva que pueda tener huevo o larva.
Este año, atendiendo a como está desarrollándose la mosca del olivo, hay que estar especialmente atentos ya que el daño que provoca esta plaga es doble. Existe un daño directo al alimentarse la larva de este insecto de la pulpa de la aceituna, disminuyendo su peso. Por otra parte, la picada puede ser la vía de entrada de diversos hongos y otros patógenos que, si hay condiciones climáticas favorables de temperatura y humedad, degradan la aceituna obteniéndose de ella aceites de peor calidad con acidez elevada.
En zonas que sean especialmente sensibles a esta plaga y allí donde las avionetas no pueden llegar por motivos legales (lindes con las carreteras, arroyos y ríos, núcleos de población y de otros cultivos) se aconseja que los socios realicen un tratamiento mediante parcheo o a bandas. Para esto se emplean un insecticida junto a un atrayente (proteínas hidrolizadas), necesitando cantidades bajas de cada uno de ellos, resultando un tratamiento efectivo con un coste bajo.