jueves 31 de mayo, 2018
Para muchos ganaderos dejar cerdas ibéricas de reposición está convirtiendose en un autentico calvario, a causa del desconocimiento de las obligaciones que deben cumplirse a la hora de hacer todo este proceso.
El último cambio importante de la Norma de Calidad del Cerdo ibérico obligó a los ganaderos a que todas las hembras ibéricas estuviesen inscritas en el libro genealógico. Durante un periodo de un par de años se pudieron meter en el libro las cerdas mediante la valoración morfológica del animal por parte de los técnicos de AECERIBER, de forma que cualquier cerda que cumpliese el prototipo racial podía entrar sin problemas. Pero ese periodo se acabó y ahora las cerdas tienen que ser hijas de cerdas inscritas en el libro genealógico, y eso obliga a ser socio directo de AECERIBER, o bien indirectamente a través de nuestra Cooperativa.
Pero en todo caso hay que tener claro cuales son las responsabilidades de un ganadero, y quizás la más importante es GARANTIZAR LA GENEALOGIA DE LOS REPRODUCTORES. Es decir, tenemos que tener absolutamente claro quien es el padre y la madre de cada animal con destino a reproductor. Este es el gran problema que están teniendo nuestros ganaderos.
La primera obligación para dejar reproductores empieza comunicando la cubrición de las cerdas. Si es por monta natural hay que saber qué verraco cubre a cada cerda, y si se usa semen, hay que saber claramente qué semen se ha usado en cada cerda. El parte de cubrición se tiene que rellenar y comunicar a AECERIBER antes de que nazcan los lechones. Se dispone de 114 días para hacerlo. Hay un modelo de comunicación, llamado parte de Cubrición donde se pone qué verraco cubre a qué cerdas. Ojo, que en monta natural el máximo de cerdas que un verraco puede cubrir es de 15.
La segunda obligación es comunicar el nacimiento de los lechones. Esto tiene un plazo de 60 días desde el nacimiento. Y lo más importante es que antes de destetar las futuras reproductoras hay que poner un crotal numerado individual a las lechoncitas, de forma que cuando se haga la comunicación de nacimiento se explique que tal cerda que se cubrió con tal verraco ha tenido tantas lechonas numeradas de tal a cual numero.
Una vez destetadas, ese crotal va a permitir mantener la trazabilidad, al saberse quién es esa lechona, quién es su madre y quién es su padre. Los principales errores que cometen los ganaderos y que están provocando que las cerdas no puedan ser inscritas en el libro son los siguientes:
– Comunicaciones fuera de fecha. Sean de cubrición o de nacimiento.
– Cubriciones con semen de 2 verracos. No se admiten, hay que saber quién es el padre.
– Falta de trazabilidad. Si llega el inspector de Aeceriber y ve que las lechonas ya destetadas y separadas de la madre no tienen crotal individual en la oreja, no va a permitir la entrada de los animales en el libro, pues no se puede comprobar quién es la madre (aunque se sepa quién es el padre).
Como muchos saben, la Cooperativa es socia de AECERIBER, y por ello nuestros ganaderos pueden pertenecer a esta Asociación. Es posible centralizar todas las comunicaciones con ellos a través de Los Remedios. Así mismo, desde nuestras oficinas os podemos ayudar a cumplir con todos esos trámites comentados.